Quizá hace ya un mes de esto.
Pero bueno... El orden de lo comido no altera el producto. Y ya sabemos cuál es el producto tras una buena comilona. Anyway, al lío.
Fuimos a comernos un bocadillico majo a la Taberna Urbana. Clásico dónde los haya.
Diré que la carta del fin de semana me gusta mucho más que la de entre semana. Pero me tome un bocadillo de longaniza con pimiento verde y el pa amb tomàquet. Ayyy, ¡qué jodida delicia!
Y unos huevos rotos con chistorra, que también... Mmmmm
¿Qué tiene el cerdo, que tanto gusta?
Mi boca chancla, y las cerves que me había tomado, quisieron que le desvelase la existencia del blog al camarero. ¿Con qué nos sobornará la próxima vez?
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