No escribo esta entrada coaccionada por ningún tipo de motivo. Aunque un poco de peloteo no esta de más, supongo. El Tehife es un bar genial, maravilloso, precioso, con unos camareros simpatiquísimos y una comida increíble.
Tras una crítica anterior, digamos que no muy buena y una buena dosis de vergüenza, gracias al gemelo (¡¡hijo del mal!!), repetimos bar. Que no comida.
Comimos un hummus muy rico, supongo que casero, que me gusto mucho, muy recomendable. Quizá influyó el que yo solo hubiera probado el que hace el señor Mercadona. No hay color.
También comimos unas brochetas, de a saber que carne... Era el último bar, y los vinos hacen su efecto... A la brasica con el saborcete ese característico al torraet y alguna especia que no sé reconocer. Carne, que me enamora.
Muy bueno todo. Y la anécdota de la sopa, famosa ya, tiene hasta su propia canción.
¡Que nivel, Maribel!
No hay comentarios:
Publicar un comentario